martes, 8 de enero de 2008

Debo partir.

Debo partir.
No llores,
al difícil viaje a Seúl.
Subiendo las sedientas colinas blancas y negras,
para vender mi inocencia.

Tiempo atrás dejé el aroma del trigo y las flores de ricino
por las 12 horas de oscuridad diurna
en las fábricas de Changwon.

Pero nosotros éramso muchos y los jefes unos pocos,
y luchamos juntos por la dignidad.

Ni la policía, ni las cárceles quebraron nuestra solidaridad,
pero ahora nos enfrentamos a algo nuevo.

El FMI y la OMC vienen a separarnos de nuevo
del hogar que habíamos construido en las fábricas,
y las personas con quienes nos unimos aquí.

Ellos me pusieron en un contrato
y por ello, debo irme otra vez.

No llores,
debo partir.

En el difícil camino a Seùl,
subiendo las sedientas colinas blancas y negras
para vender mi inocencia.




Fragmento de The Fourth World War

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